Cómo prevenir los resfriados, cómo distinguirlos de la alergia y cuándo hay que acudir al médico
Los resfriados, la gripe y la alergia crean una gran confusión a la hora de saber lo que nos sucede cuando nos encontramos mal de salud, en qué momento debemos ir al médico y cómo debemos tratarlos. Esto es debido a que algunos de sus síntomas se parecen, como es el caso de la rinitis o el dolor de cabeza. Aprende a distinguir estas enfermedades y a prevenirlas.
El resfriado es una enfermedad muy frecuente y común en todas las edades con una media en los adultos de padecer entre 3 y 5 al año, en España. Sin embargo, existe un gran desconocimiento sobre cómo se debe actuar, si se puede prevenir, cuál es su tratamiento y los medicamentos que se pueden utilizar. Y en múltiples casos el resfriado se confunde con otras enfermedades, como la gripe y la alergia.
Lo que hay que tener claro es que siempre que la fiebre supere los 38,5 grados, lo más conveniente es ir al médico para que haga el diagnóstico y prescriba los medicamentos oportunos. Si no hay fiebre elevada, lo más probable es que no sea gripe; y si evitando el contacto con el exterior, especialmente en el campo o en zonas con jardines, nos encontramos mejor, tiene muchas posibilidades de que sea alergia.
Lo más eficaz para prevenir el resfriado: evitar el contacto y lavarse las manos
El tratamiento del resfriado es sintomático, no hay vacunas para prevenirlos porque el resfriado lo producen más de 200 tipos diferentes de virus y cada uno tiene sus propios antígenos, lo que hace inviable el desarrollo de una vacuna común. El resfriado no se puede prevenir, no existe un tratamiento curativo, pero sí hay tratamiento sintomático para sentirse mejor, y la medida más efectiva es evitar el contacto con personas resfriadas y lavarse frecuentemente las manos.
Los errores más habituales en el tratamiento del resfriado es el uso de antibióticos, la mezcla de medicamentos y no dar importancia a la higiene de las manos. Por ello, desde Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) los facultativos hacen hincapié en que los antibióticos no matan los virus.
Principales recomendaciones para evitar los resfriados
- Mantener los hábitos higiénicos: es especialmente importante lavarse las manos después de limpiarse la nariz o estornudar, aún si se utilizan pañuelos desechables impregnados con agentes antivirales, ya que estos agentes solo afectan a los gérmenes que se encuentran retenidos en el pañuelo mismo, la capacidad antiviral no se extiende a la piel de las manos o a los dedos.
- Evitar cambios en la humedad del aire, pues son los que provocan que los virus se multipliquen y es ese marco de temperaturas de enfriamiento lo que favorece que penetren más en las mucosas nasales ya que estas presentan mayor sequedad.
- Evitar los ambientes cerrados y lugares con mucho flujo de personas, pues favorecen las posibilidades de contagio.
- Evitar los ambientes con humo: los fumadores tienen más posibilidades de coger resfriados ya que fumar baja las defensas del aparato respiratorio y las locales, lo cual favorece la entrada de los virus.
No se deben tomar antibióticos sin prescripción médica
Ante un resfriado, nunca se deben tomar antibióticos por cuenta propia, no sirven ni para curar o calmar los síntomas ni para prevenir o evitar complicaciones. Lo único que se consigue es generar resistencias. Puede tomarse algún tratamiento para el dolor de cabeza, el malestar o la fiebre, pero lo habitual es que se abuse de los medicamentos sin receta sin un conocimiento de lo que se va a tomar y mezclando varios componentes.
La automedicación en el resfriado tiene que hacerse con criterio y formación. Se recomienda la consulta previa al médico o farmacéutico ya que algunos pueden producir contraindicaciones si se está tomando otros fármacos.
Cuándo hay que acudir al médico
Generalmente ante un resfriado no se necesita consultar con el médico, pero la población debe hacerlo en cualquiera de las siguientes circunstancias:
- fiebre alta (mayor de 38,5 ºC) que persista mas de tres días;
- dolores de cabeza intensos;
- mucosidad nasal purulenta (espesa y con color);
- dolor de oído; dolor localizado el pecho;
- tos asociada a expectoración;
- dificultad respiratoria o pitos;
- si los síntomas duran mas de 7 días o empeoran;
- empeoramiento de una enfermedad crónica (diabetes, bronquitis crónica, enfermedad cardiaca) y
- recaída del cuadro catarral.
Lo más usual es tomar paracetamol e ibuprofeno para los resfriados
Los principios activos que se suelen utilizar en un resfriado son:
- El paracetamol alivia los dolores y la fiebre sin causar malestar de estómago.
- El ibuprofeno calma igualmente los dolores y la fiebre. Se debe tomar después de las comidas para que perjudique menos al estómago. Se debe consultar previamente al médico o farmacéutico si lo puede tomar.
Además en los procesos catarrales se toman otros fármacos, dependiendo de los síntomas:
- La aspirina: no debe ser administrada a niños y adolescentes pues puede originar el Síndrome de Reye, proceso que afecta mayormente a niños y adolescentes y, aunque es muy poco frecuente, puede causar la muerte.
- Descongestionantes (efedrina, pseudoefedrina) nasales o por vía oral. Alivian la congestión nasal. No se deben usar mas de tres cuatro días y deben evitarlos los pacientes hipertensos, diabéticos, embarazadas o con patología tiroidea por sus efectos secundarios. Se recomienda consultar al medico o farmacéutico.
- Los antihistamínicos (desclorferilamina, loratadina, ebastina) son usadas para detener la congestión y secreción nasal, lagrimeo o los estornudos.
- Los antitusígenos (codeína, dextrometorfano, cloperastina) pueden ser útiles en tos irritativa pero se deben evitar en la tos persistente o con producción de moco. Algunos antitusígenos pueden estar contraindicados en determinados pacientes.
- Los mucolíticos y expectorantes pueden mejorar la eliminación del moco.
Nuevos productos sanitarios que combaten el resfriado
Existen nuevos productos en forma de spray nasal que pueden ayudar al sistema inmunológico a interferir en el proceso de asentamiento y multiplicación de los virus, acortando la duración del resfriado, haciéndolo menos severo e incluso evitando su desarrollo.
Estos nuevos productos sanitarios de uso por vía nasal actúan en los primeros días de contagio de forma física en la mucosa nasal y aceleran el paso de los virus por las vías respiratorias lo que lleva a que disminuya la aparición de los síntomas, su intensidad y se acorte la duración del resfriado siempre que se tomen en los primeros días, ya que actúan como barrera para que el virus no contacte con las células de la mucosa.
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