La torre de Torrelodones, una atalaya con amplias vistas de Madrid
Primer plano de la atalaya o Torre de Lodones (Torrelodones, Madrid).
A la Torre de Torrelodones o torre de Lodones, como antaño la llamaban, se accede desde un camino que sale justo debajo de la A6, y se puede subir por una empinadas escaleras hechas con vigas de madera. Desde arriba las vistas de Madrid y de los pueblos que hay entre medias son muy amplias. Desde aquí se pueden seguir varias rutas.
El lodón es un árbol muy típico de Torrelodones y algunos historiadores siguen discutiendo todavía si este nombre de la torre viene dado por dicho árbol o por los ladrones que la hubieran frecuentado: Torre de Lodones o Torre de Ladrones, esa es la cuestión.
Lo cierto es que, independientemente del origen de su nombre, constituye un referente para todos los torresanos. Desde la plaza del pueblo, apenas se tarda diez minutos en subir dando un paseo, y las vistas de la atalaya rodeada de puntiagudas rocas de granito son muy pintorescas.
La Torre de Lodones le dio el nombre al pueblo de Torrelodones
Es precisamente la Torre de Lodones la que dio el nombre al pueblo. De origen árabe, fue construida en el siglo IX para cumplir su función como atalaya, desde la que se vigilaba los avances de las tropas cristianas.
A finales del siglo XIX estaba en ruinas, y en 1929 el propietario de la finca Las Marías, muy próxima a la torre y convertida hoy en urbanización de lujo, encargó su reconstrucción. En el exterior, podemos distinguir cuatro almenas y, en su interior hay una cocina de piedra y una escalera.
Bosque de pinos y rocas sugerentes
A la torre podemos acceder desde la misma plaza del pueblo o desde la urbanización Las Marías. Desde aquí se aprecian unas bonitas vistas de Torrelodones y, justo en sentido contrario, podemos seguir un camino que nos hará disfrutar de un tranquilo paisaje salpicado de rocas de granito y de un pequeño bosque de pinos, donde los más pequeños disfrutan cogiendo piñones.
Desde la plaza, no tiene pérdida, porque la torre se puede ver en todo momento, y no hay más que dirigirse a ella pasando bajo un puente por el que circula el tráfico de la A-6. Justo a la derecha de ese puente hay un camino empinado de tierra que sube hacia la torre. Son cinco o diez minutos de subida que merecen la pena.
Para el que desee acceder por la urbanización Las Marías, tendrá que atravesar la finca entera, hasta el final (se puede ir en coche), donde está el pequeño bosque de pinos, y coger ahí un sendero que lleva a la torre de Torrelodones.
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