El rododendro, arbusto muy florido con más de 800 especies, soporta las bajas temperaturas
La variedad de formas del rododendro, su vistosidad y colorido, además de su resistencia a temperaturas extremas, hacen de esta planta una de las delicias de cualquier jardinero. Una planta ideal para la sierra de Madrid, ya que aguanta las bajas temperaturas del invierno.
El rododendro es un arbusto de hoja perenne originario de Japón y el sudeste asiático, que agrupa a más de 800 especies. Como es muy resistente al frío, es muy utilizado en los jardines y terrazas de la sierra de Madrid.
Aunque su floración suele tener lugar entre primavera y verano, se les puede forzar para florecer en pleno invierno, y pueden llegar a alcanzar hasta más de 3 metros, haciendo de ellos arbustos muy populares. Las flores pueden ser diminutas o enormes trompetas de hasta 20 cm.
Necesidades básicas del rododendro
Para su correcto desarrollo, el rododendro necesita un suelo ácido (un pH 5, aunque soporta hasta un pH 7), bien drenado y húmedo, ahuecado, abierto y ventilado, con mucho humus para retener la humedad. En suelo calcáreo, las hojas se vuelven amarillas. El riego debe ser continuo y con agua sin cal (la más apropiada es la de lluvia).
Tiene un ovillo radicular compuesto por una masa de finas raíces. La carencia de raíces pesadas influye en su cuidado, pues son ideales para cultivarlos en macetas y fáciles de trasplantar. Su inconveniente es que las raíces se secan enseguida, y se pudren si están encharcadas.
No obstante, es un arbusto duro, resiste hasta cero grados en invierno y los 40 grados en verano, según la especie. Cuando las temperaturas son muy altas, el sol directo le perjudica, y sus hojas amarillean o incluso se queman, por lo cual es recomendable situarlo en sombra o semisombra. El resto del año se puede poner a pleno sol.
No es recomendable podar el rododendro
La multiplicación de esta planta puede realizarse mediante semillas, injerto, acodos o estacas, que es el sistema más habitual y con el que crecen más rápidamente.
A no ser que sea necesario para darle forma al arbusto, el rododendro no se poda. En caso de que se desee podar, hay que hacerlo después de la floración.
Cuando los tallos se quedan muy largos y desnudos, es conveniente cortarlos casi a ras del suelo, en el mes de abril.
Consejos para el cuidado del rododendro
Para tener unos rodrodendos hermosos, te recomendamos seguir estos consejos:
- Usa guantes para manipular el rododendro, ya que tiene un alto grado de toxicidad.
- Utiliza abono para plantas ácidas, especialmente cuando vaya a florecer, después del mes de enero, y hasta el verano.
- Es frecuente la clorosis férrica, por escasez de hierro en el suelo, y se combate con quelatos de hierro.
- Para trasplantarlo, dejar acabar la floración, que dura unos 20 días. Así no perjudicamos su desarrollo.
- Evita exponerlo al sol directo del verano en las horas de más calor, le resulta muy perjudicial.
El rododendro permite realizar múltiples combinaciones con plantas bajas, que quedan muy decorativas.
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