La glicinia cubre los muros con sus frondosos racimos de color lila
La glicinia, una planta trepadora de rápido crecimiento, llama la atención por la vistosidad y frondosidad de sus flores de color lila, que se amontonan en forma de racimos por muros, fachadas y pérgolas, alcanzando hasta 20 metros de altura. Crecen tanto a pleno sol como en zonas de semisombra. Ideales para zonas cálidas, también se dan bien en la zona de la sierra de Madrid, soportando las heladas de los inviernos.
La glicinia, conocida por Wisteria sinensis, su nombre científico, es un arbusto trepador de rápido crecimiento, con tallos leñosos y hojas caducas ovaladas, muy utilizado en jardines y parques de la sierra de Madrid. Utiliza el sistema de tallos enroscados para extenderse y tener apoyo. Su altura puede alcanzar los 20 metros.
Aunque las flores pueden tardar varios años en salir, una vez que brotan lucen unos enormes racimos colgantes de color violeta intenso, azules vivos o simplemente blancos, que son menos vistosos.
Su floración se produce en primavera, pero tienen otra más débil en otoño y, ocasionalmente, en verano. En algunas variedades, sus racimos florales pueden llegar a medir hasta un metro.
La especie más habitual es la glicinia de China (wisteria sinensis o china) y la de Japón (wisteria floribunda o japonesa). Hay glicinias que son perfumadas, como la Rosea o Jacko, cuyos granos son tóxicos.
Sus hojas se componen de varias hojas falsas independientes, llamadas foliolos, con un color verde que se marchitan en otoño. Los tallos leñosos o sarmientos pueden crecer varios metros al año, y van consolidando su eje troncal con un aspecto recio. Hasta tal punto que llegan a estrangular los soportes que se utilizan para mantenerse erguidas.
La glicinia es una planta excelente para cubrir pérgolas
La glicinia es una excelente solución para cubrir balaustradas, escaleras, celosías, muros, vallas y sobre todo pérgolas, pues su frondosidad permite proteger determinadas zonas del sol.
Son muy recomendables para lugares cálidos, pero resisten perfectamente las heladas invernales en la zona de la sierra de Madrid. Se dan bien tanto a pleno sol como en semisombra, y son aptas para cualquier tipo de suelo, aunque prefieren la tierra ácida y bien drenada.
La glicinia o wisteria resulta muy decorativa cubriendo pérgolas, pero su fuerza de crecimiento es tan grande que puede ocasionarnos problemas con los soportes de sujección. Los canalones y otros elementos huecos que se pongan por medio pueden correr riesgo de rotura. Así que lo mejor es utilizar las argollas para engancharlas con cierta seguridad y guiarlas con cable de acero.
Consejos para el cuidado de la glicinia
Estas plantas se multiplican por esquejes, semillas, acodo o injerto y su cuidado es bastante sencillo. No obstante, siempre te vendrá bien seguir estos consejos:
- Suele dar buenos resultados el acodo en otoño o a final de verano.
- Si optamos por las semillas, el proceso de floración será mucho más lento.
- Dado que es una leguminosa, las semillas las podemos obtener de sus grandes vainas, que miden hasta 20 cm.
- Se pueden sembrar sus semillas en primavera u otoño.
- El momento ideal para su trasplante es en verano.
- Una vez que se haya elegido el lugar donde se va a desarrollar, hay que cavar un agujero tan profundo que sea el doble de ancho que su cepellón, y separar las plantas a unos 50 centímetros de distancia. Luego debemos cortarla para que salga con más fuerza.
- No debe estar mezclada con otras plantas, porque enseguida la glicinia crece e invade, y acabaría con ellas. Si todavía son pequeñas y pueden compartir lugar con otras plantas, es aconsejable disponer las otras separadas en un tiesto para que no invada su espacio y poder trasplantarlas con facilidad cuando la glicinia empiece a crecer.
- Es una planta resistente, con gran capacidad de adaptación. Aunque soporta las heladas, lo ideal es ubicarlas en un sitio cálido y soleado, con un suelo bien drenado, rico en humus.
- Si está en maceta, debemos procurarle humedad pero sin que se encharque.
- Es recomendable un abono a base de potasio y fósforo, para que florezca con energía. Si en vez de esto la abonamos con exceso de nitrógeno, tendrá un follaje verde y frondoso, pero dará menos floración.
- Cada temporada, antes de que empiece la primavera, es conveniente añadir una capa de mantillo.
- Hay que regarlas bien, incluso en invierno, cuando está sin hojas ni floración.
Cómo podar la glicinia para conseguir una exuberante floración
El gran secreto de la glicinia es la poda, que se realiza a finales del invierno. Es conveniente cortar la mitad de lo que haya crecido el año anterior, dejando tres yemas. También se puede volver a podar en verano, justo después de la floración, cortando hasta unos 10 centímetros del nexo con la rama vieja.
Para obtener más flores, otro truco es reducir los brotes más briosos podándolos cada dos semanas durante el verano.
Entre sus enfermedades, destacan las manchas de hojas, las enfermedades víricas, el escarabajo japonés, los áfidos, los minadores de las hojas, los insectos de escamas y las cochinillas. Se pueden solucionar con facilidad, utilizando los preparados adecuados.
Las plantas trepadoras ofrecen grandes posibilidades decorativas
Como se extienden y crecen a través de un soporte, es una planta que da mucho juego para la decoración de un jardín o terraza, resaltando el diseño de la fachada de una casa, por ejemplo, o una simple verja metálica de separación.
Si combinamos el color morado o blanco de sus racimos con otro tipo de vegetación se puede conseguir un resalte de colores, incluso por alturas, que da armonía a todo el follaje en conjunto. Sus troncos entrelazados, bien llevados y guiados, pueden dar lugar a originales formas decorativas.
Las principales especies de glicinia o wisteria
- Hay unas diez especies distintas, provenientes de Corea, China, Japón y EE.UU.
- La Wisteria floribunda procede de Japón. Florece desde mitad de la primavera hasta mitad del verano. Sus flores son blancas o lila, y enrosca sus tallos en el sentido de las agujas del reloj.
- La Wisteria sinensis procede de China y empieza a florecer en abril, incluso antes de que salgan las hojas. Enrosca sus tallos en el sentido inverso a las agujas del reloj.