Las amapolas silvestres llenan los campos de colorido en primavera
Las amapolas son plantas angiospermas de la familia de las Papaveraceae, que salpican los campos de pinceladas rojas en primavera prácticamente en todo el mundo y, en concreto, en la sierra de Madrid. No se debe confundir la amapola con la adormidera, planta de la que se extrae la heroína.
Las amapolas silvestres miden entre 25 y 90 cm y tienen un llamativo color rojo en los pétalos, que salpican los campos de nuestro país en época primaveral, siendo protagonistas de numerosas fotos y pinturas artísticas, ya que durante una temporada crea un especial contraste en el paisaje que nos hace disfrutar de su floración.
Son plantas anuales, bienales o vivaces, cuyo tallo es fino y sus pétalos de rojo intenso son muy ligeros.
La amapola es tóxica, pero cocinada o en infusión es sedante
Esta planta, que contiene glucósidos y alcaloides, al natural, es venenosa, incluso para los animales herbívoros. Por este motivo, los niños deben tener especial cuidado de no tocarla o lavarse las manos después.
Si las amapolas se cocinan o se toman en infusión, pierde la toxicidad. Su efecto sedante sobre el sistema nervioso hace que se utilice para el insomnio, aunque también se usa para quitar la tos y expectorar.
Sus semillas tostadas se utilizan también en la elaboración de panes de semillas, al igual que las semillas de sésamo, o de girasol.
Confusión entre las amapolas y las adormideras
Es bastante habitual oír comentar a la gente que de la amapola se extrae el opio, pero la realidad es que confunden esta planta con la adormidera, planta parecida pero de un color más violáceo o rosa claro.
De la adormidera se extrae la heroína (un alcaloide), droga de la que se deriva el opio y la morfina. Sus usos terapéuticos sirven para evitar los dolores más intensos, especialmente en pacientes terminales.
No se debe utilizar nunca la adormidera como remedio casero para tratar ninguna dolencia o enfermedad. Y, por supuesto, no debemos confundir las amapolas con las adormideras.