Cómo hacer las torrijas de leche y de vino, fritas en sartén o en freidora de aire
La torrija es el dulce típico de la Semana Santa, tanto en Madrid como en el resto de España. Consiste en una rebanada de pan (a ser posible, del día anterior) empapada en leche, almíbar o vino. Se reboza en huevo y se fríe en una sartén con aceite. También se pueden cocinar en la freidora de aire caliente (air fryer), al horno, al vapor, en la Thermomix o incluso en el microondas.
Receta de torrijas de leche con sabor a limón y canela
Ingredientes para las torrijas de leche
- 1 barra de pan del día anterior
- 2 o más cucharadas de azúcar (al gusto)
- 1-2 ramas de canela
- Canela molida
- Piel de limón
- 1-2 litros de leche
- 2-3 huevos
- aceite de girasol o de oliva suave
Opcional:
- Almíbar
- Miel
- Licor
Preparación de las torrijas de leche
Corta una barra de pan en rebanadas de unos 2 centímetros de grosor y ponlas en una fuente. Las puedes preparar con el pan habitual del día anterior, con pan especial de torrijas o pan brioche. Si prefieres rebanadas grandes, utiliza pan de hogaza; y si las quieres pequeñas, una baguette. No uses pan de molde, porque se deshace enseguida.
En un cazo, calienta la leche con las 2 cucharadas de azúcar, la piel de limón, la canela en rama y espolvorea un poco de canela en polvo. Si te gustan las torrijas muy dulces, puedes echar más azúcar, a gusto del comensal.
Cuando esté a punto de hervir, retírala, y cúbrela con una tapa para infusionarla durante 15-20 minutos.
Deja que se enfríe un poco, hasta que se quede templada, y vierte el preparado sobre las rebanadas de pan. Cuanto más reciente sea el pan, menos tiempo tendrá que estar sumergido en leche.
Al cabo de media hora, el pan estará suficientemente empapado. Pásalas a una bandeja con rejilla para que reposen y suelten el exceso de líquido.
Una vez que estén escurridas, bate los huevos en un plato y rebózalas (otra opción es rebozarlas previamente en harina). Es conveniente que batas primero un huevo y, cuando se gaste, batas otro, porque de lo contrario, se irá mezclando con una gran cantidad de leche de las rebanadas de pan, y las últimas rebanadas que reboces tendrían mucha leche y poco huevo.
En una sartén, vierte abundante aceite de girasol o de oliva suave, para evitar que le dé un sabor demasiado fuerte, y cuando esté bien caliente, fríe las rebanadas a fuego medio. Prepara unas pocas rebanadas en cada tanda, para que se hagan más rápido y absorban poco aceite.
Cuando hayan tomado un color dorado, retíralas dejando que escurran bien el aceite. Es muy útil ponerlas sobre un papel de cocina para que lo absorba.
Y ya están listas las torrijas. Las puedes colocar en una fuente, espolvorearlas con azúcar y canela, y rociarlas con miel, almíbar o licor, para que estén jugosas.
Las torrijas que se preparan con leche tienen unas 230 calorías por cada 100 gramos, y solo duran unos dos días, ya que la leche fermenta.
Sírvelas mejor calientes (aunque hay a quien les gusta frías).
Receta de torrijas de vino blanco o moscatel con sabor a naranja
Ingredientes para las torrijas de vino
- 1 barra de pan del día anterior
- 2 o más cucharadas de azúcar
- Vino blanco o vino dulce de moscatel
- Canela
- Piel de naranja
- 2-3 huevos
- Harina
- Aceite de girasol o de oliva suave
- Miel
Preparación de las torrijas de vino
El procedimiento para cocinar la torrija de vino es muy parecido al de las torrijas de leche.
Corta el pan en rebanadas y colócalas en una fuente.
Humedece el pan con agua y un poco de sal y déjalas reposar durante unas horas.
Prepara una infusión en una cacerola con el vino, la piel de naranja, el azúcar y la canela en rama. Deja que hierva unos 5 minutos, retírala del fuego, y déjala tapada como mínimo media hora.
Rocía las rebanadas con el preparado hasta que se empapen bien, y déjalas escurrir.
Bate los huevos en un plato, y rebózalas en harina.
Fríelas en la sartén con aceite caliente a fuego medio. Cuando estén doradas, retíralas, deja que escurran el exceso de aceite sobre un papel de cocina y colócalas en una fuente.
A continuación, prepara un almíbar: calienta en una cazo agua con miel y azúcar y remueve la mezcla hasta que se quede homogénea. Vierte el preparado sobre las torrijas.
Puedes tomarlas calientes o frías.
Las torrijas de vino duran más tiempo que las de leche sin estropearse.
Cómo se cocinan las torrijas en la freidora de aire o air fryer
Sigue los primeros pasos indicados anteriormente, dependiendo del tipo de torrija que desees hacer. Y cuando llegues al paso de freírlas en la sartén, en su lugar, las vas a preparar en la freidora de aire.
Coloca las torrijas sin superponerlas en la cesta de la freidora, de forma que quede espacio entre ellas para que pase el aire. Echa unas gotas de aceite por encima.
Ponlas a 200 °C durante 10 minutos. Dales la vuelta y deja que se doren unos 10 minutos más.
Una vez que se hayan quedado doradas, colócalas en una fuente y rocíalas o espolvoréalas al gusto.
El origen de las torrijas o «torrejas», un dulce para las mujeres que parían
La torrija española es muy similar a la llamada tostada francesa (conocida como «torreja» en Centroamérica).
Su origen se remonta a los siglos IV o V, y es en el libro de recetas De re coquinaria, del autor romano Marco Gavio Apicio, donde aparece la primera referencia a una rebanada de pan sumergida en leche (pero no la reboza en huevo ni le da un nombre).
En la Europa Medieval, se preparaba el pan mojado en leche y endulzado y era conocido en Francia como suppe dorate (sopa dorada), tostées dorées (tostadas doradas) o pain perdu (pan perdido). Prácticamente en todos los países europeos tienen su versión de esta receta.
En España, Juan del Encina utiliza el término «torreja» en un villancico de su Cancionero (1496). Al parecer, era un dulce que se recomendaba a las parturientas, para favorecer su recuperación.
Torrijas de leche en la época de Felipe II
Francisco Martínez Motiño, escritor y cocinero de palacio del rey Felipe II durante más de 34 años, en su Arte de cozina, pastelería, vizcochería y conservería de 1611, con más de 500 recetas, incluye una receta de torrijas que consiste en pan mojado en leche, luego en huevo, y que se fríe hasta que quede un poco tostado, endulzado con almíbar o miel y espolvoreado con azúcar.
Un dulce típico de Madrid, acompañadas de un vaso de vino o «chato»
En Madrid, era habitual tomarse una torrija con un pequeño vaso de vino, conocido en la capital como «chato». Esta tradición se hizo muy popular a lo largo del siglo XX.
De hecho, en Madrid, cerca de la Puerta del Sol, hay una taberna especializada que se llama La Casa de las Torrijas, creada en 1842. En temporada alta, en plena Semana Santa, llegan a hacer más de 2.000 torrijas de vino al día.
No está muy claro por qué se hacía este dulce precisamente en Semana Santa. Se supone que, como en la época de Cuaresma no se podía comer carne y se consumía menos pan, es posible que se quisiera aprovechar el sobrante de pan para preparar este dulce. Además así el pan ayudaba a llenar el estómago durante estos días que la comida era más ligera.
Concurso Nacional de Torrijas para cocineros
Hay diversas asociaciones que celebran concursos de torrijas, como la Asociación de Cocineros y Reposteros de la Comunidad de Madrid (ACYRE), o la Academia Leonesa de Gastronomía, que organiza, desde 2013, el Concurso Nacional de Torrijas para cocineros profesionales, y compiten en cuatro categorías: tradicional, innovadora, salada y stevia.
Hay países en los que el consumo de este tipo de tostadas, conocidas en España como torrijas, puede ser diario. En Estados Unidos, es habitual tomarlas en el desayuno, y el 28 de noviembre celebran el National French Toast Day.
Torrijas innovadoras, dulces y saladas, para todas las ocasiones
Hoy en día se han creado una gran cantidad de torrijas innovadoras, tanto de sabores dulces como salados. En cuanto a las dulces, cabe destacar las de cacao y crema de chocolate, de natillas, de crema catalana, de nata y miel, de leche condensada, de coco, de crema y de frutas (frambuesas, manzana, kiwi).
Por lo que se refiere a las torrijas saladas, las hay de marisco, de espinacas, de tomate y jamón ibérico, de queso, de bacalao confitado y de gazpacho, entre otras muchas variedades.
No obstante, las torrijas más consumidas en Semana Santa son las de leche y vino.
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