Alerta mundial ante la resistencia a ciertos antibióticos
Las resistencias frente a los antibióticos siguen creciendo en Europa y, si no se controla, seguirá falleciendo gente por esta causa. Los sistemas nacionales de vigilancia sobre susceptibilidad antimicrobiana alertan sobre la amenaza que estas resistencias suponen: un aumento de la mortalidad y una mayor carga asociada a diversas enfermedades.
Según el Informe Anual del Sistema Europeo de Vigilancia de Resistencias Antimicrobianas (EARSS), recientemente publicado, la prevalencia del Staphylococcus aureus Resistente a Meticilina (SARM) ha crecido de manera significativa en Europa por sexto año consecutivo.
Según los expertos, este crecimiento es un síntoma del aumento del número de patógenos resistentes que se observa de forma global en Europa.
Otro problema importante que también recoge el informe del EARSS es la rápida extensión de cepas Escherichia coli con resistencia a cefalosporinas de tercera generación, que en nuestro país han aumentando 10 veces en los últimos 5 años.
Más de 50.000 muertes por infecciones al año en la UE
Los tratamientos antibióticos se utilizan con gran frecuencia en el entorno hospitalario como terapia frente a distintas infecciones adquiridas, de las que se han registrado hasta tres millones de casos por año en la Unión Europea y que, hasta la actualidad, han llegado a provocar la alarmante cifra de 50.000 muertes.
Las conclusiones emitidas por el informe del EARSS son preocupantes y consiguen ilustrar con enorme claridad que las resistencias frente a los antibióticos siguen creciendo de forma cada vez más marcada.
Si esta tendencia se mantiene en el tiempo, si no se aborda de manera eficaz, lo más probable es que muchos pacientes sigan falleciendo debido a distintas infecciones y a bacterias resistentes a múltiples fármacos.
Además, los efectos económicos de un ingreso hospitalario más prolongado y de un tratamiento continuado en el tiempo llegarán a perjudicar seriamente a los sistemas sanitarios europeos.
Personas con un sistema inmunitario débil
Como resultado de su débil sistema inmunitario, los pacientes hospitalizados son especialmente vulnerables a las cepas resistentes y con frecuencia desarrollan infecciones que pueden manifestarse en forma de quemaduras infectadas, abscesos, infecciones en las cicatrices quirúrgicas, perforaciones, apendicitis complicadas, etc.
Cuando estos problemas se añaden al ya de por sí complejo cuadro clínico de los enfermos, pueden provocar estancias hospitalarias más duraderas, que a su vez suponen una carga adicional para los sistemas sanitarios, o incluso llegar a ser fatales.
Complicaciones en el ingreso hospitalario
La creciente incidencia de resistencias antimicrobianas es un factor que complica enormemente el tratamiento de las distintas infecciones, especialmente en el entorno hospitalario.
Cuando un paciente desarrolla una infección grave durante su ingreso hospitalario, suele tardarse entre 24 y 48 horas en identificar la bacteria responsable. En esos primeros momentos tan críticos, previos a la localización de la causa del problema, es fundamental la terapia empírica, ya que si esta funciona hay mucho hecho a favor del paciente infectado.
El Sistema Europeo de Vigilancia de Resistencias Antimicrobianas alerta de que si las resistencias frente a los antibióticos siguen creciendo aumentarán los fallecimientos por esta causa.
Como medida preventiva para los pacientes, lo más recomendable para no crear resistencias a los antibióticos es tomar antibióticos únicamente cuando sean recetados por el médico.
Fecha de edición del texto: 8 de enero de 2007