Encuentran una “autopista” que pasa por el centro del estómago

Este descubrimiento de una especie de autopista que pasa por el centro del estomago podría explicar la elevada variabilidad observada en el tiempo de inicio de la acción de un fármaco y podría tener implicaciones importantes tanto en lo que se refiere a su administración como a su digestión.

Una investigación llevada a cabo por investigadores de la compañía farmacéutica AstraZéneca, en colaboración con diversos investigadores norteamericanos, en el estado de Pensilvania (Estados Unidos), ha permitido desarrollar un modelo informático de “estómago virtual” gracias al cual se ha descubierto la existencia de una “autopista” central que atraviesa el estómago del ser humano.

Esta especie de autopista, a la que han denominado “Magentrasse”, podría explicar por qué, en ocasiones, hay tanta variabilidad en el tiempo de inicio de acción de un fármaco.

Mediante estas investigaciones se ha explorado la manera en que el estómago se vacía y cómo su contenido pasa del estómago al intestino delgado. El esfínter que hay entre el estómago y el intestino delgado se abre y se cierra de forma controlada para regular el flujo de nutrientes al intestino delgado. Unas células sensoras en el intestino modulan la apertura y el cierre.

Dos tipos de contracciones musculares

Existen dos tipos de contracciones musculares para controlar el movimiento de los alimentos en el estómago. Las contracciones antrales, se producen en la parte inferior del estómago y sirven para descomponer y mezclar el contenido del mismo.

El otro tipo, las contracciones fúndicas, tienen lugar en la superficie superior del estómago y hasta ahora se creía que estas contracciones eran las que impulsaban los alimentos desde el esófago hasta la parte inferior del estómago por donde sale el quimo para entrar en el intestino delgado. La hipótesis era que las partículas salían del estómago en el mismo orden en que entraban en él.

Sin embargo, cuando los investigadores elaboraron un modelo de la distribución del contenido del estómago, descubrieron que en el centro del estómago se formaba un camino estrecho a lo largo del cual los alimentos salían del estómago más rápidamente que desde las regiones próximas a las paredes del estómago.

Esto les llevó a elaborar una geometría adecuada de las contracciones musculares utilizando datos de resonancia magnética obtenidos de sujetos.

Analizaron una ventana temporal de diez minutos de digestión y marcaron todas las partículas según iban saliendo del estómago virtual. Luego invirtieron el flujo en el ordenador y vieron desde dónde venían las partículas.

A los investigadores les sorprendió ver que aparecía una “autopista” central. Las partículas en el estómago virtual que ocupaban el camino central, salían del estómago en 10 minutos.
La Magenstrasse se extendía desde la salida del estómago hasta la parte superior del fondo del estómago. El material que entraba en el estómago fuera de esta autopista podía permanecer en el estómago mucho tiempo, incluso horas, en el estómago real.

Implicaciones con los fármacos

Este descubrimiento podría explicar la elevada variabilidad observada en el tiempo de inicio de la acción de un fármaco y podría tener implicaciones importantes tanto en lo que se refiere a la administración como a la digestión de los fármacos, según han declarado los investigadores.

Debido a que muchos fármacos están destinados a ser absorbidos en el intestino delgado, los comprimidos se desintegran en el estómago y se activan en el intestino delgado. Sin embargo, gracias a este nuevo conocimiento de cómo actúa el estómago, el saber en qué parte del estómago se desintegra un comprimido adquiere una gran importancia.

Hay que tener en cuenta además que los tiempos de liberación del fármaco pueden variar desde 10 minutos hasta horas, dependiendo de la ubicación.

“Los fármacos que se liberen en la Magenstrasse entrarán en el duodeno rápidamente y en concentraciones elevadas -han comunicado los investigadores-. Sin embargo, los fármacos liberados fuera de la autopista de vaciado gástrico se mezclarán más a fondo y entrarán en el duodeno mucho más tarde y a concentraciones más bajas”.

Con este descubrimiento, quizás los investigadores puedan diseñar comprimidos con mayores densidades para que se asienten en la parte inferior del estómago, fuera de la autopista y que dejen salir el fármaco lentamente.


 Fecha de edición del texto: 5 de enero de 2007

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