Una expedición al Everest para estudiar los límites del oxígeno en el cuerpo humano
Organizan una expedición para colocar un equipo médico y científico en la cumbre del monte Everest con el fin de estudiar los efectos de la privación de oxígeno en el cuerpo humano.
Los miembros de la expedición Xtreme Everest 2007, todos ellos especializados en Anestesia, Cuidados Intensivos, Cirugía Vascular o Medicina a distancia, esperan encontrar semejanzas entre situaciones médicas críticas y los cambios físicos que se producen en condiciones extremas.
El bajo nivel de oxígeno de los escaladores a gran altura es similar al que se da en pacientes en situación crítica con ventilación mecánica y estado cardiopulmonar grave, “bebés azules” y pacientes de fibrosis cística. El equipo cree que examinando a los voluntarios y científicos a medida que se acercan al límite de rendimiento del cuerpo humano podrán entender mejor lo que les ocurre a los pacientes que luchan por vivir en las Unidades de Cuidados Intensivos.
Rendimiento del cuerpo humano a gran altitud
Esta ascensión al Everest, coordinada por el Centre for Aviation, Space and Extreme Environment Medicine (CASE, Centro de Medicina en Aviación, Espacio y Entornos Extremos) de Londres, es el elemento clave de un amplio programa de investigación que estudia el rendimiento del cuerpo humano a gran altitud con el fin de mejorar la asistencia a los enfermos en situación crítica.
Este estudio, el mayor sobre biología humana realizado a gran altitud, consistirá en examinar a más de 200 voluntarios durante el ascenso en una atmósfera cada vez más tenue. Un grupo de científicos que tiene previsto ascender hasta la cima del Everest será sometido a estudios más detallados.
Suministro de sangre al cerebro
“Uno de nuestros puntos de interés es la perfusión cerebral, el suministro de sangre al cerebro, ya que sabemos que se ve muy afectado por la altitud,” comenta el doctor Chris Imray, especialista en Cirugía Vascular y profesor honorario de Cirugía de la Facultad de Medicina de Warwick (Gran Bretaña) y miembro del equipo de entrenamiento.
“Buscábamos un sistema doppler transcraneal robusto y de fácil transporte, que fuese sencillo de manejar y resultase fiable en situaciones extremas. Utilicé el MicroMaxx en la ascensión de entrenamiento al Cho Oyu que realizamos en el Tíbet este otoño y su comportamiento fue muy bueno. Realizamos ecografías en altitudes de hasta 6.400 metros con alimentación por baterías y a temperaturas que llegaban a -20º. El ecógrafo estaba listo para su uso a los pocos segundos de encenderlo y las imágenes eran muy buenas.”
El Everest, al límite de tolerancia a la hipoxia
“El bajo nivel de oxígeno (hipoxia) en la sangre y en las células es un factor crítico en los pacientes de cuidados intensivos, y se da la increíble coincidencia de que la cumbre del Everest se encuentra exactamente en el límite de tolerancia humana a la hipoxia,” declara el doctor Mike Grocott, director y jefe de la expedición y especialista en Cuidados Intensivos.
“Durante mucho tiempo los médicos y científicos pensaron que era imposible escalar el Everest sin oxígeno suplementario, pero en 1978 Reinhold Messner demostró que estaban equivocados al alcanzar la cima sin aporte suplementario de oxígeno, proeza que ha sido igualada desde entonces por más de 100 personas. También se sabe que si la montaña fuese unos pocos cientos de metros más alta esta gesta sería imposible. La cumbre del Everest es un magnífico laboratorio natural para el estudio de los efectos de la hipoxia en el ser humano.”
El sistema MicroMaxx ayuda a salvar a un escalador
El 26 de agosto el equipo Xtreme Everest inició una expedición de investigación hacia la cumbre del Cho Oyu, que con 8.201 metros es la sexta montaña más alta del mundo. El Cho Oyu, situado a poca distancia al oeste del Everest se encuentra a caballo entre el Tíbet y Nepal, justo en la frontera.
El objetivo de la expedición de entrenamiento era evaluar el equipamiento médico en una situación de altitud y frío simultáneos, unas condiciones similares a las que se encontrarán en la expedición definitiva en la primavera de 2007.
El equipo MicroMaxx entró en acción inesperadamente para examinar a un escalador estadounidense de otra expedición que se sospechaba que había sufrido un accidente cerebrovascular. El equipo de Xtreme Everest convirtió rápidamente el laboratorio instalado en el DRASH (Refugio desplegable de montaje rápido) en una unidad de alta dependencia para que el doctor Imray pudiese examinar al escalador mediante el equipo SonoSite MicroMaxx y la sonda P-17.
En palabras del doctor Imray, “utilizamos el equipo de SonoSite para transmitir ondas sonoras a través de la parte más delgada del cráneo y estudiar el flujo de sangre en el cerebro. En las imágenes pudimos ver que en un lado del cerebro el flujo era perfectamente normal y en el otro lado era prácticamente nulo.”
Una vez confirmado que el escalador había sufrido un accidente cerebrovascular, el equipo estabilizó al paciente y organizó su evacuación inmediata a unas instalaciones medicas de Katmandú mejor equipadas. El paciente ha regresado a los Estados Unidos y muestra un progreso satisfactorio en una unidad de rehabilitación.
Fecha de edición del texto: 27 de diciembre de 2006