Cómo cambiar los radiadores de hierro de agua caliente por unos de aluminio

Todavía hay numerosas viviendas que tienen radiadores de hierro, y muchos propietarios e inquilinos se plantean la posibilidad de cambiarlos por unos de aluminio, ya que los de hierro se oxidan con facilidad y hay que repintarlos con frecuencia. En cuanto a su estética, no tienen comparación, sin lugar a dudas, con el cambio de radiadores daremos un gran aire renovador a la casa. Tan solo hay que comprender el funcionamiento de los circuitos del agua y seguir unos pequeños consejos. Si uno no es experto en estas materias, lo mejor es comentar cualquier duda con la persona a la que le vamos a comprar todo el material, lo cual será de gran ayuda.


Herramientas necesarias para cambiar los radiadores:

  • Taladro
  • Broca de vidia
  • Lana de acero
  • Cortatubos
  • Llave grifa
  • Estopa
  • Soldador
  • Hilo de estaño
  • Decapante de soldadura
  • Llave Allen
  • Destornillador
  • Lima para metales

En primer lugar, nos aseguramos de la distancia que tenemos desde el entronque del radiador para proveernos del número adecuado de módulos que nos permita ajustarlo al hueco de que disponemos. Los radiadores actuales se construyen mediante módulos acumulables, con lo cual siempre podremos conseguir la medida necesaria.

Comprobamos si la entrada de agua se sitúa a izquierda o derecha, puesto que las roscas van en sentido contrario dependiendo del lado.

Como los radiadores de aluminio tienen cuatro posibles conexiones, una será para la entrada de agua, y en las que nos quedan libres, el detentor, el purgador y un tapón ciego en la que resta. La misión del detentor será vaciar el radiador en caso de necesidad. Se manipula mediante una llave Allen, una vez que hayamos retirado el protector.

Cómo desmontar el radiador viejo

En primer lugar, procedemos a desmontar el radiador viejo, para lo cual debemos cerrar previamente la llave de paso y el detentor. Seguidamente aflojamos las tuercas más próximas a él con una llave grifa. Comenzará a salir agua, por lo cual debemos tener previsto algún elemento para recogerla. Si aflojamos el purgador haremos que se vacíe más rápido. Con esto conseguimos dejar libre la zona y proceder a la instalación del nuevo, cambiando si es preciso los soportes de la pared.

Deberemos hacer una simulación de la posición que va a ocupar el nuevo radiador, puesto que los soportes metálicos tienen margen de corrección en altura, pero es escaso, y luego nos puede dificultar la instalación.

Utilizar estopa para que nos proporcione una unión estanca

Una vez hechas las mediciones y atornillados los soportes, procedemos a enroscar todos los elementos. Lo más recomendable es utilizar estopa en las roscas, que responde mejor que el teflón a las altas temperaturas. Además, la estopa se expande con el agua, lo cual nos proporcionará una unión estanca. Actualmento las roscas suelen llevar unos leves rebajes que hacen que la estopa agarre mucho mejor. Si al roscar notamos que va demasiado suave, deberemos poner más estopa.

Puede darse el caso de que no nos coincidan los puntos de entrada de agua, dado que los radiadores actuales suelen tener un tamaño más pequeño que los de hierro antiguos. En este caso quizá necesitemos cambiar también los entronques, cambiando la longitud del tubo de cobre y procediendo a soldar los nuevos.

Cómo bloquear el resto de los radiadores

Debemos tener en cuenta que al quitar el módulo de la llave y el detentor necesitamos que el circuito de agua esté vacío o al menos cerrado. Si bloqueamos el resto de radiadores conseguiremos que el agua que sale sea muy poca.

Cortaremos el tubo de cobre de la entrada y salida de agua a la medida necesaria con un cortatubo. Limamos las posibles rebabas, limpiamos la zona lo mejor posible con lana de acero, y nos preparamos para la soldadura.

Soldar para conseguir un buen sellado

Impregnamos las zonas a soldar con líquido o masilla decapante, las situamos en su posición, asegurándonos de que encajan perfectamente, y procedemos a calentarlas con el soldador y a fundir el estaño que sellará ambas partes por capilaridad.

A partir de aquí, procedemos como en los pasos anteriores, con la salvedad de que tendremos que montar los elementos nuevos, llave de paso y detentor.

Para el llenado de los nuevos radiadores, abrimos la llave, dejamos que se vaya llenando, abrimos levemente el purgador para que salga el aire, y por último abrimos con una llave Allen el detentor.

Con esto habremos completado la instalación. Si observamos goteo en alguna de las uniones, volveremos a desmontar la rosca que da problemas y pondremos más estopa hasta que veamos que ya no rezuma.

Es fundamental que la alineación de los distintos elementos de conexión sea lo más exacta posible, ya que de lo contrario las uniones irán muy forzadas y nos arriesgamos a sufrir pérdidas de agua.

Consulta otros consejos y trucos prácticos para tu hogar y para el jardín.

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