Torrelodones recupera el monumento de las Tres Cruces
El monumento de las Tres Cruces de Torrelodones representa las cruces que integraban un Calvario que existía en el pueblo, como eran las del Prado de la Cruz y la Calle Real, a la altura de las antiguas escuelas.
El Alcalde de Torrelodones, Carlos Galbeño, inauguró ayer el monumento de las Tres Cruces, una réplica del original del siglo XVII que se encontraba situado en lo que actualmente es la Calle Carlos Picabea y que fue definitivamente destruido durante la Guerra Civil.
La obra escultórica es fiel a la descripción hecha por el Cronista de Torrelodones, José de Vicente, quien lo define como «tres cruces hexagonales sobre un basamento prismático cuadrangular. A ambos lados de las cruces, unos olivos y el resto de la glorieta de césped».
La réplica se ha instalado en la Avenida de Valladolid y representa las cruces que, según la investigación realizada en su día por José de Vicente, debían constituir parte integrante de una serie de cruces o Calvario que existía en el Pueblo, como eran las del Prado de la Cruz y la Calle Real, a la altura de las antiguas escuelas.
El Alcalde recordó, durante el discurso inaugural, cómo en un Pleno municipal de fecha 2 de noviembre de 1932, en plena República, la Corporación hacía constar que se trataba de un Monumento Histórico Artístico, al tiempo que aprobaba «arreglar las cruces de la Calle Carlos Picabea, prescindiendo de su sentido simbólico, sino como monumento artístico y tradicional».
Se da la circunstancia anecdótica de que a esa Corporación pertenecía Mariano González Hernando, padre del Concejal del actual Equipo de Gobierno, Mariano González Bravo, hecho que destacó el Regidor, quien enmarcó esta actuación en la serie de iniciativas adoptadas con el fin de recuperar las raíces y la memoria histórica del municipio en el año en que se cumple el VIII Centenario de su refundación.
Asimismo, Galbeño anunció que un breve plazo de tiempo se inaugurará otro hito histórico del municipio, en este caso la pieza original del mojón que marcaba las cinco leguas de distancia entre Torrelodones y Madrid. La pilastra, que se encontraba a la altura del aposento que Felipe II utilizó en numerosas ocasiones en sus paradas en Torrelodones de camino a San Lorenzo de El Escorial, fue retirada de su lugar original en 1965, como consecuencia de las obras de construcción de la A-6 y ha permanecido, desde entonces, en manos privadas.
Fecha de edición del texto: 17 de agosto de 2006