La depresión y el trastorno bipolar son enfermedades mentales incapacitantes
Cinco de las diez enfermedades que originan mayor incapacidad son trastornos mentales. Entre ellos, la depresión y el trastorno bipolar son, por su frecuencia, los que producen un mayor impacto social y sobre la calidad de vida de los pacientes. Pero todavía no se tienen suficientes conocimientos del cerebro para abordar correctamente estas enfermedades.
Las enfermedades del sistema nervioso ocasionan más del 20% del gasto sanitario en los países desarrollados y suponen el 9% de la carga asociada a las enfermedades incapacitantes. En Europa, la depresión genera un gasto anual de 120.000 millones de euros.
Neurociencia: Depresión y trastorno bipolar
Las anomalías en el circuito dorso-lateral prefrontal-subcortical del cerebro parecen ser el telón de fondo en el desarrollo del trastorno bipolar. Identificar estas anomalías, aún no permite predecir qué personas son susceptibles de padecer la enfermedad, pero sí representa un avance importante para conocer el funcionamiento del cerebro.
Profundizar en las últimas investigaciones y avances en el abordaje de las patologías psiquiátricas es el objetivo de los expertos reunidos el Simposio de la Fundación Lilly “Neurociencia: Depresión y trastorno bipolar”, celebrado en Madrid.
Circuitos cerebrales están involucrados en los trastornos mentales
En el circuito dorso-lateral prefrontal-subcortical, que conecta el lóbulo frontal con estructuras basales, se localiza el mayor número de funciones cognitivas.
Aunque las alteraciones y anomalías localizadas en esta zona todavía no tienen un valor diagnóstico en la práctica clínica, los coordinadores de este simposio, los neurocientíficos Juan José López-Ibor, jefe de servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos, y Julio Vallejo, jefe de servicio de Psiquiatría del Hospital de Bellvitge, reconocen la necesidad de “investigar qué circuitos cerebrales están involucrados en la aparición esta enfermedad, dado que su mejor conocimiento permitirá también un mejor tratamiento”.
Según explica el doctor López-Ibor algunas de estas anomalías cerebrales son muy llamativas, y aunque también pueden aparecer en sujetos que no padecen la enfermedad, se dan más habitualmente en la población con trastorno bipolar.
“Nuestro grupo de investigación ha identificado, a través de la magnetoencefalografía, una serie de anomalías que además de darse con frecuencia, tienen una localización muy particular”, señala este experto. ”Este fenómeno aparece también en otras enfermedades, pero sin embargo su localización es distinta”.
Cambios extremos del trastorno bipolar: depresión y euforia
El trastorno bipolar es una enfermedad mental que se caracteriza por episodios de depresión y euforia durante los cuales ocurren cambios extremos en el estado del ánimo, el pensamiento y las conductas.
Se estima que esta enfermedad afecta al 1 -2 % de la población, “una cifra que es estable en todo el mundo”, indica el doctor López-Ibor.
Asimismo, datos expuestos por la doctora Mary L. Phillips, de la Universidad de Pittsburg, ponen de manifiesto que entre el 37 y el 44% de los pacientes tienen recaídas y que sólo el 48% se recupera durante el año posterior a los episodios del trastorno.
Conocer más el cerebro para entender la depresión
El doctor Julio Vallejo ha resaltado la importancia de la imagen cerebral, junto a la genética y la neuroquímica, para favorecer el “conocimiento físico y biológico de enfermedades como la depresión o el trastorno bipolar”.
Tanto él como el doctor López- Ibor han coincido en señalar que en las personas con enfermedades mentales, el cerebro se estudia menos de lo que se debiera.
“Un cardiólogo pide una serie de exploraciones auxiliares o complementarias para conocer mejor cómo está el corazón de sus enfermos, sin embargo es muy raro que el psiquiatra pida pruebas de neuroimagen para saber cómo está el cerebro de sus pacientes”, añade el doctor López-Ibor.
Así, este experto ha explicado que una de las líneas de investigación que está llevando a cabo es la llamada “neuroimagen cognitiva”, es decir, analizar el cerebro en acción.
“Se estudia cómo el cerebro soluciona determinadas tareas que se le proponen, como ver imágenes de caras o responder a estímulos auditivos. Los resultados de estas pruebas proporcionan mucha información sobre el cerebro”.
Implicación genética de la depresión
La depresión, por su parte, ha sido otro de las patologías psiquiátricas abordadas en el simposio, una enfermedad de la que cada día se conocen más aspectos físicos, pero cuyo origen sigue siendo desconocido para los investigadores.
“Se sabe que en la depresión hay una implicación genética, pero todavía no se sabe el modo de transmisión”, indica el doctor Vallejo, quien añade que aunque se han intentando determinar marcadores biológicos implicados en su aparición, aún no se ha podido determinar uno exacto.
“El estudio de la latencia REM o el de la supresión de cortisol son algunos ejemplos, pero no dejan de ser aproximaciones más útiles para la investigación que para la práctica clínica”, añade.
La depresión se caracteriza por su tendencia a reincidir
En la depresión, el reto clínico planteado es obtener la remisión. Según puntualiza el doctor Vallejo, “por un lado hablamos de la remisión del episodio, y por otro de evitar las recaídas, ya que la depresión se caracteriza por una gran tendencia a la reincidencia”.
Se estima que después de un episodio de depresión hay un 70% de posibilidades de que haya un segundo, cifra que aumenta hasta el 80-90% en aquellos que ya han sufrido 2 o 3 episodios.
Aprender a controlar el estrés para vencer la depresión
Según los expertos, el factor genético de disposición o vulnerabilidad, junto con la aparición de una situación estresante, están en el origen de un proceso depresivo. Por ello, para el doctor López-Ibor también es importante estudiar aquellos factores no exclusivamente genéticos que protegen a algunas personas de la enfermedad.
“Son factores que ayudan al sujeto a enfocar y afrontar mejor situaciones estresantes, que en el caso de la depresión resultan más importantes que en el del trastorno bipolar”.
Identificar las situaciones de estrés, aprender a controlarlas, y ser consciente de ello son algunos de estos factores; otro, “el apoyo social que recibe el paciente”, concluye este experto.
Es necesario salvaguardar la salud mental de la población
La depresión es “una de las mayores preocupaciones para los sistemas sanitarios europeos, empleadores y familias”, ha señalado Patrik Sobocki, del centro de Economía de la Salud de Estocolmo, durante su intervención, quien estima la carga económica que genera la depresión en 120.000 millones de euros al año.
“Esta situación demanda, sin duda, esfuerzos a nivel europeo para salvaguardar la salud mental de la población”, añade.
Fecha de edición del texto: 27 de abril de 2007