Cómo prevenir y controlar la hepatitis C, la enfermedad silenciosa

La hepatitis C se transmite a través de la sangre, por intercambio de jeringuillas y pinchazos accidentales. Los síntomas pueden llegar a aparecer al cabo de hasta 30 años, de ahí que se denomine la enfermedad silenciosa, y puede derivar en muchos casos en cirrosis. Una buena forma de evitarla es el uso de preservativo.

Los expertos aconsejan el uso del preservativo a las personas con múltiples parejas o relaciones sexuales esporádicas, y recuerda que hay que ser precavidos con las prácticas de acupuntura o tatuajes, si no reúnen las condiciones higiénico-sanitarias exigibles.

Plan de Prevención y Control de la Hepatitis C

La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha el Plan de Prevención y Control de la Hepatitis C que ha supuesto la creación de un Comité de Expertos regional, que se encarga de la elaboración de los materiales y las líneas estratégicas centradas en potenciar la información a los afectados mediante la edición de la Guía de Información para pacientes, así como la actualización y fortalecimiento de los protocolos de tratamiento, seguimiento, vigilancia y control de esta enfermedad.

También se incluyen iniciativas para sensibilizar a la población en general y promover el conocimiento de esta enfermedad.

La hepatitis C se transmite a través de la sangre

Esta enfermedad se transmite a través de la sangre, en gran parte debido al intercambio de jeringuillas, y de forma excepcional por pinchazos accidentales por agujas o dispositivos contaminados por el virus.

Normalmente se manifiesta sin síntomas durante un largo número de años (incluso hasta 30 años), de ahí que se denomine la enfermedad silenciosa, y que puede derivar en muchos casos en cirrosis.

Actualmente, no existe vacuna contra el Virus de la Hepatitis C, que provoca una inflamación del hígado, pero sí tratamientos que logran un control adecuado de la enfermedad y que muchos de los afectados puedan llevar una vida normal.

Información y hábitos de salud adecuados

La guía de información para pacientes de Hepatitis C recopila los aspectos básicos de la enfermedad, el modo de contagio, los síntomas, tratamiento, diagnóstico y las recomendaciones para el autocuidado dado que contar con una información adecuada reduce el impacto emocional, la ansiedad y el miedo que experimentan los afectados.

En esta guía, se enfatiza en la necesidad de llevar una vida con hábitos de salud adecuados como no ingerir bebidas alcohólicas, llevar una dieta sana, realizar ejercicio y extremar los hábitos higiénicos para evitar contagios como no intercambiar objetos que han podido estar en contacto con la sangre (cepillos de dientes, maquinillas de afeitar…).

Riesgo de contraer hepatitis C con la acupuntura y los tatuajes

Una de las líneas estratégicas del Plan de Prevención y Control de la Hepatitis C descansa en la prevención de la enfermedad y en la información sobre las conductas y población de riesgo como son los ex usuarios de drogas intravenosas, a lo que se les recuerda que no se deben intercambiar jeringuillas.

La Consejería de Sanidad también aconseja el uso del preservativo a las personas con múltiples parejas o relaciones sexuales esporádicas, que además evita la infección de otras Enfermedades de Transmisión Sexual, como el VIH/sida. También puede entrañar un riesgo de contagio las prácticas de acupuntura o tatuajes si no reúnen las condiciones higiénico-sanitarias exigibles.

Protocolos de actuación

Los protocolos de esta plan regional incluyen recomendaciones para la realización de la prueba de detección del virus de la hepatitis C en los usuarios de drogas por vía parenteral así como las personas que antes del año 1990 (cuando se reforzaron los sistemas de detección del virus) recibieron transfusiones sanguíneas, derivados, hemodiálisis o trasplantes. También se recomienda que se sometan a la prueba de detección los trabajadores con exposición reciente a sangre infectada por punciones accidentales como personal sanitario, de emergencias o fuerzas de seguridad.

La Comunidad de Madrid cuenta con un programa pionero como el plan regional sobre implantación de sistemas de seguridad para la prevención de inoculaciones accidentales en el personal sanitario. El programa está basado en la introducción de dispositivos de seguridad como jeringuillas, bisturís y catéteres, entre otros, que permiten reducir los riesgos derivados por pinchazos accidentales.

Protocolo sobre el tratamiento de la hepatitis C

Este plan cuenta, asimismo, con materiales específicos dirigidos a los profesionales sanitarios para potenciar el conocimiento del manejo de la enfermedad. El protocolo sobre tratamiento ofrece pautas sobre el diagnóstico y el tratamiento adecuado en función de las características físicas del afectado, de su situación inmunológica. En la mitad de los casos, los tratamientos logran el control de la enfermedad y que el paciente deje de ser portador, desapareciendo el riesgo de cirrosis.

El Protocolo de Vigilancia y Control de la Enfermedad se centra en mejorar el sistema de vigilancia epidemiológica para conocer la incidencia de la enfermedad en la población y grupos de riesgo específicos, identificando los casos y aplicando las medidas de control y prevención adecuadas.

Para tal fin, se tiene previsto interrelacionar todos los sistemas de información como son los registros de Epidemiología de Enfermedades de Declaración Obligatoria (EDO), el Sistema de Información Microbiológica que identifica la muestra de sangre por biología molecular, así como otras fuentes de notificación como es el Sistema Centinela vinculado al Centro de Transfusiones de la Comunidad de Madrid, de la Red de Laboratorios Extrahospitalarios y Hospitalarios o el de Servicios Sanitarios que atienden a pacientes con patología hepática crónica.

 


Fecha de edición del texto: 17 de febrero de 2008