El dolor fetal y en los ancianos está infravalorado
El umbral del dolor es algo muy relativo y difícil de medir. El anciano es una persona sensible al dolor. Entre sus causas más frecuentes están las patologías musculoesqueléticas, como la artrosis, la osteoporosis y la artritis. Y el dolor fetal tiene tantas implicaciones que los expertos reclaman un enfoque científico independiente de las polémicas.
“El dolor en pediatría y geriatría, por razones distintas en cada caso, no reciben suficiente atención por parte de los profesionales sanitarios”. Así lo afirma el doctor Daniel Samper, uno de los coordinadores del Master del Dolor organizado por la Cátedra de Investigación en Dolor Dolor UAB-IMAS-MENARINI.
Uno de los ponentes de este módulo, Kanwaljeet Singh Anand, profesor de la Universidad de Arkansas, ha demostrado que el feto siente dolor incluso antes del estado avanzado de gestación, es decir, en el segundo trimestre de embarazo.
Controlar el dolor del feto
El profesor Anand publicó un artículo en 2006 sobre el tema en la prestigiosa revista oficial de la International Association for the Study of Pain (IASP).
La publicación nació de la necesidad de “ofrecer un punto de referencia, alejado de polémicas partidistas porque el dolor fetal tiene tantas implicaciones que exige un enfoque científico independiente de las polémicas del aborto, derechos de las mujeres o inicio de la vida humana”, afirmó Anand coincidiendo con la publicación del estudio.
El doctor Samper, jefe clínico de Anestesiología y de la Unidad del Dolor del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, destaca la importancia de los estudios del profesor Anand porque “hoy en día la cirugía fetal avanza a pasos agigantados, así pues, es indispensable saber hasta qué punto el feto padece dolor para poder tratarlo adecuadamente durante las intervenciones quirúrgicas”.
Desarrollo de umbrales más bajos de dolor
El mismo doctor Samper subraya que Anand “ha sido el primero que ha investigado la sensibilidad del feto al dolor”. Y es que ya en los años 80, demostró que el recién nacido puede experimentar dolor, por lo que se comenzó a difundir la práctica de suministrar morfina en el momento de las intervenciones quirúrgicas a estos pacientes.
Dejando a un lado los motivos éticos para evitar el sufrimiento, este investigador también demostró que los neonatos a los que se les intervenía de una cirugía muy agresiva sin una apropiada anestesia, fallecían con más frecuencia que aquéllos que recibían anestesia adecuada.
Asimismo, la justificación neurofisiológica del alivio del dolor infantil se basa en las posibles secuelas, tales como el aumento de la frecuencia cardiaca o el desarrollo posterior de umbrales más bajos de dolor que la población general.
Gran parte de los mayores de 65 años se queja de dolor
La IASP ha dedicado este año especial atención al dolor en el anciano. En España, es uno de los principales motivos de consulta al médico de Atención Primaria por parte de la población mayor de 65 años. La prevalencia del dolor crónico en los mayores llega hasta el 70 por ciento.
Entre las causas más frecuentes del mismo están las patologías musculoesqueléticas, como la artrosis, la osteoporosis y la artritis.
“Durante años ha existido la falsa creencia de pensar que el anciano es menos sensible al dolor, pero con los años se ha demostrado que no es cierto. Es más, este colectivo presenta ciertas peculiaridades que requieren atención de los profesionales”, afirma el doctor Samper.
Así pues, el grado de desarrollo sociocultural, la pérdida de memoria y la disminución de la capacidad intelectual como consecuencia del envejecimiento influyen negativamente en el cumplimiento de los tratamientos. Además, entre la población de la tercera edad se dan unos altos índices de automedicación debidos en la presencia de múltiples patologías a la vez.
Fecha de edición del texto: 11 de noviembre de 2007