La mitad de las mujeres padecen disfunción sexual antes de la menopausia
Sequedad vaginal, picores, dolor genital o dificultad para conseguir el orgasmo o la satisfacción son algunos de los síntomas que pueden afectar al bienestar físico, psíquico y sexual de la mujer en la menopausia.
La reducción en la producción de testosterona por el ovario en la menopausia se asocia con el síndrome del Déficit Androgénico Relativo (DAR), que provoca pérdida global del deseo sexual, disminución de la sensibilidad al estímulo sexual, disminución de la excitabilidad y de la capacidad del orgasmo.
El 43% de las mujeres en la perimenopausia (periodo anterior y próximo a la menopausia) padece disfunción sexual, una de las principales causas de que la satisfacción sexual de la mujer disminuya a partir de esta etapa de su vida.
Aumentan las consultas sobre disfunción sexual
Según el profesor Javier Ferrer, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), que ha participado en el Congreso Español de Ginecología y Obstetricia de Granada, “las mujeres entre los 45 y 55 años, edad de aparición de la menopausia, cada vez realizan más consultas sobre la disfunción sexual, de manera que ya no es un tema tabú para ellas y constituye un parámetro más importante cada día en las escalas que miden su calidad de vida relacionada con la salud”.
En el origen de la disfunción sexual femenina pueden influir diversos factores: desde biológicos, como la bajada de la testosterona (hormona masculina ligada al impulso sexual), enfermedad crónica o menopausia precoz, hasta el consumo de determinados medicamentos, problemas psicológicos (depresión, ansiedad, problemas conyugales), el estilo de vida (obesidad, alcohol, tabaco) y causas educativas (inhibición sociocultural).
Déficit Androgénico Relativo
A este respecto, el condicionamiento hormonal como factor relevante de la disfunción sexual es significativamente más importante durante la menopausia. La producción de andrógenos y los niveles de testosterona disminuyen con la edad, de manera que desde los 20 años hasta la edad de aparición de la menopausia se produce un descenso de aproximadamente un 50%.
Ésta reducción en la producción de testosterona por el ovario en la menopausia se asocia con el síndrome del Déficit Androgénico Relativo (DAR), que conlleva cambios específicos, como pérdida global del deseo sexual, disminución de la sensibilidad al estímulo sexual en los pezones y clítoris, disminución de la excitabilidad y de la capacidad del orgasmo, pérdida del tono muscular, disminución de la energía vital, pérdida de vello pubiano y piel seca.
Por tanto, como indica el profesor Ferrer, “la falta de deseo sexual es un indicador de que algo está cambiando, por lo que la mujer debe preguntarse cuanto antes las causas y no ocultar posibles problemas porque un tiempo prolongado sin relaciones sexuales provoca hábitos difíciles de reeducar como la pereza sexual y la inapetencia”.
La falta de deseo sexual, la consulta más frecuente
La falta de deseo sexual en la mujer, o también llamado trastorno del deseo sexual hipoactivo, es una de las disfunciones más frecuentes en las consultas de ginecología y sexología y que acarrea en la mujer más ansiedad que los trastornos relacionados únicamente con el orgasmo.
Aunque los cambios que experimenta la mujer en los años anteriores a la menopausia y durante la misma o con la menopausia quirúrgica pueden provocar una caída en el deseo sexual sin embargo, las hormonas no son las únicas responsables de las posibles alteraciones que pueda tener una mujer en ese sentido. Así, tanto factores psicológicos, individuales, como los estados depresivos, la ansiedad o la angustia, y de pareja pueden explicar en muchos casos la pérdida de deseo sexual.
“Se trata, por tanto, de identificar cuál es el problema principal. Cada vez disponemos de más tratamientos y es importante saber diagnosticar el problema para establecer qué es lo que tenemos que tratar o cuál es el motivo principal de esa falta de deseo sexual ya que la solución, sólo a veces, será farmacológica”, afirma el doctor Camil Castelo-Branco, consultor de Ginecología y Obstetricia del Hospital Clìnic de Barcelona.
La disfunción sexual tiene tratamiento
La disfunción sexual femenina que se produce, entre otras razones, debido al descenso de los niveles hormonales con la llegada de la menopausia, debe ser atendida, bien de forma farmacológica o con otras medidas terapéuticas, como el uso de geles e hidratantes, para favorecer la lubricación tanto interna como externa de la vagina o el empleo de dilatadores del aparato genital para favorecer la dilatación.
Por otro lado, sobre la evidencia de la efectividad de la terapia de reemplazo de andrógenos como tratamiento de la disfunción sexual asociada a la insuficiencia de andrógenos en mujeres clínicamente afectadas, el doctor Castelo-Branco explica que “los resultados demuestran que la terapia de reemplazo de andrógenos es un tratamiento seguro y efectivo, en especial, en aquellas mujeres con factores de riesgo a tener disfunción sexual, como mujeres con menopausia quirúrgica o con cualquier tipo de cirugía pélvica que influya en la producción hormonal”.
Según el doctor Castelo-Branco, “es muy importante la individualización del tratamiento y para ello se están haciendo estudios que nos ayudarán a saber qué mujeres se van a ver más favorecidas por los tratamientos, cuáles son las indicaciones prioritarias de cada fármaco y la seguridad a largo plazo de los mismos”.
Otras alternativas terapéuticas
Otras alternativas terapéuticas son la tibolona, los moduladores selectivos de los receptores androgénicos (SARMs) y más recientemente sustancias que estimulan la liberación de óxido nítrico a nivel vaginal y de genitales externos que favorece la vascularización del aparato genital.
En cualquier caso, el profesor Javier Ferrer hace hincapié en la importancia de cubrir las necesidades de la mujer en cada momento y etapa de la menopausia y saber diagnosticar y tratar este problema enfocando cualquier acción a aportar bienestar a su vida.
Fecha de edición del texto: 17 de junio de 2007